Galicia emplea microalgas para depurar agua y obtener biodiésel

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un operario vierte microalgas en la planta de Tui para depurar una balsa que contiene aguas residuales.
Un operario vierte microalgas en la planta de Tui para depurar una balsa que contiene aguas residuales. inega< / span>

Prevé producir al menos 20.000 litros al año por hectárea cultivada

18 nov 2012 . Actualizado a las 07:01 h.

Su nombre es Chlorella vulgaris y es una microalga muy abundante en las fecundas rías gallegas. Ella es en este momento la estrella de un proyecto europeo, EnerBioAlgae, que tiene en Galicia su planta piloto de experimentación. Concretamente, en la depuradora de Guillarei (Tui).

La iniciativa, en la que participan el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) y la Universidade de Vigo, y colabora Augas de Galicia, tiene un objetivo triple y complementario: depurar aguas residuales, eliminar CO2 de la atmósfera y producir biodiésel. El método es el siguiente: las microalgas se vierten en enormes balsas de agua residual, y consiguen regenerarla en el plazo aproximado de una semana gracias a su rápida reproducción y a su capacidad para absorber esos residuos.

Para acelerar el proceso se inyecta en el agua CO2, del que se nutren las algas. En el futuro se va a emplear CO2 procedente de industrias próximas para reducir la polución ambiental.

Completada la absorción de contaminantes por las algas, se vierte el agua, ya limpia, en otra balsa, filtrando las microalgas para separarlas (100 millones de ejemplares por mililitro). De ellas se extraerá un aceite convertible en biodiésel, un combustible limpio para vehículos que podrá competir con el diésel de las gasolineras.

Este proyecto europeo se desarrolla al mismo tiempo en Francia, Almería y la localidad portuguesa de Aveiro. Galicia se ha centrado por ahora en el análisis de las algas y la selección de las más apropiadas para el proyecto, con la elección de la Chlorella vulgaris.

Los estudios sobre cómo obtener y procesar el biodiésel a un coste competitivo se abordan en Aveiro, pero el objetivo es aprovechar la planta de Tui para elaborar este combustible, con un horizonte concreto: la posibilidad de producir al menos 20.000 litros de biodiésel al año por hectárea cultivada de microalgas, según responsables del Inega, que creen además que esa estimación es claramente «superable».